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El cuerpo y sus huecos, esa mirada perdida a lo que no se dice y repercute en la carne.
Los placeres y los dolores del alma se abren camino por el sendero delcuerpo, esculpido con ojo consciente, modelando al ser.
El cuerpo “deseante” de vida no concluye, sino que se regenera y adapta, se cansa y se recupera, en un eterno abanico de posibilidades.
Lo masculino y lo femenino no sexuado, sino de sentimiento puro y de caracteres distintos; suaves y delicadas unas, vigorosos y violentos los otros, que se aglutinan en puntos concentricos del pensamiento y resultan un solo inconciente colectivo.
Lo masculino y lo femenino no sexuado, sino de sentimiento puro y de caracteres distintos; suaves y delicadas unas, vigorosos y violentos los otros, que se aglutinan en puntos concentricos del pensamiento y resultan un solo inconciente colectivo.